La Campaña Nacional por la Reforma Judicial Feminista está integrada por más de 300 organizaciones feministas, de derechos humanos, sindicales, activistas y sectores académicos de distintos puntos del país. “Cada colectivo que hoy emprende una batalla por sus derechos encuentra en el Poder Judicial actual una trampa para el acceso pleno a la justicia”.
Esta Campaña apunta la necesidad de reestructurar al Poder Judicial argentino con perspectiva feminista que, a pesar de la Ley Micaela, incurre en prácticas de revictimización de las mujeres, infancias y disidencias y de burocratización de los casos, que pone trabas s los procesos.
“Cada colectivo que hoy emprende una batalla por sus derechos encuentra en el Poder Judicial actual una trampa para el acceso pleno a la justicia”, sostienen desde la Campaña.
La integran más de 300 organizaciones, entre ellas, Proyecto Generar, el Colectivo Ni Una Menos, Madres de Plaza de Mayo línea Fundadoras, Mujeres Sindicalistas, la Corriente Federal de Trabajadores, sindicatos nucleados en la CGT, CTA de los Trabajadores, CTA Autónoma, organismos de DDHH, el Proyecto Generar, Abofem y Católicas por el Derecho a Decidir.
La bandera de la reforma judicial feminista comenzo a conocerse primero en la calles, en los pedidos de justicia ante el femicidio de Úrsula Bahillo. La joven asesinada por su pareja, luego que dos jueces desestimaron sus 18 denuncias previas. La destitución de estos magistrados “es lo único que queda pendiente” para que se haga Justicia, aseveró la madre de la joven. Pero este caso es aislado. Victoria Tesoriero socióloga y compiladora del libro El poder judicial: La última trampa del patriarcado expresó “Hace mucho tiempo venimos viendo situaciones absolutamente irregulares en torno al accionar de sectores del Poder Judicial en lo que respecta a nuestra agenda de mujeres: desestimación de pruebas, desestimación de testimonios. O sea, un funcionamiento de sectores del Poder Judicial que no respeta la legislación vigente, incluso no respeta la Constitución”.
Tesoriero afirmó que después de conseguir el aborto legal, los feminismos advirtieron que ningún derecho podía estar a salvo con un poder judicial que no respetara la ley. “A medida que fuimos adentrando en la temática confluimos desde distintos sectores de activistas y ciudadanas en el convencimiento de que había que concientizar sobre lo que significa tener una justicia como la que tenemos hoy. Confluimos en un diagnóstico terrible de irregularidades del Poder Judicial a lo largo y ancho del país”, agrega.
“Nuestro país está por cumplir 40 años de democracia ininterrumpida y esto es una situación gravísima de un poder estatal que tiene un funcionamiento muy irregular y que se ha convertido en una herramienta de persecución política. Y también se ha convertido en un actor económico, tratando de poner trabas a medidas que terminan agravando la situación de crisis económica que estamos viviendo, y el Poder Judicial actúa aliado a los sectores más concentrados”, manifiesta la socióloga.
Dos de los principales reclamos de cara al lanzamiento de esta Campaña son “con esta Corte no hay justicia” y “democratización del Poder Judicial, en el acceso a la justicia, el ingreso democrático, la transparencia y la rendición de cuentas”.
Melisa García, la fundadora de la Asociación de Abogadas Feministas (Abofem) e integrante a la Campaña, sostuvo que “No podemos pensar en una democracia real, no podemos pensar en eliminar la violencia si tenemos uno de los tres poderes de la República (por el Poder Judicial) que violenta, que ejerce violencia institucional, que atrasa y que está muy lejos de atender las enormes desigualdades de la sociedad”, en diálogo con Télam.
Dentro de las modificaciones urgentes, García nombró: “la falta de perspectiva de género de los jueces y juezas en la totalidad de sus abordajes. En los casos de violencia de género vemos cómo fracasan una y otra vez las medidas que toma la Justicia y que, lejos de prevenir estas situaciones, termina dejando más expuestas a la violencia a las mujeres que denuncian”.
Además, se refirió a la “falta de formación con perspectiva de género de jueces y juezas al momento de concursar; la falta de democratización en los ingresos y la existencia de una Corte Suprema que ya demostró tener una inclinación político partidaria”.
También apuntó sobre la “falta de transparencia”, que se traduce en falta de estadísticas sobre el tratamiento judicial de los casos de violencia de género: “no tenemos un registro de las sentencias de jueces y juezas. Eso hace que no haya ningún tipo de control y que las sentencias queden en la discrecionalidad de cada juez, de cada juzgado, y en su predisposición a dar respuesta con mayor o menor compromiso a los casos de violencia”.
La abogada riojana y presidenta de Proyecto Generar, Marianela Flores Díaz, también compiladora del libro, expresa: “es de una gravedad institucional que en nuestro país tiene precedentes en esa parte del Poder Judicial, que se instaló durante la dictadura. Ese Poder Judicial no surgió hace cinco minutos ni hace tres años. Lo tenemos hace 30 o 40 años. Lo que pasa es que, con las redes sociales, con los movimientos de Derechos Humanos, con el movimiento feminista que denuncia arbitrariedades, ilegalidades, abuso y violencia institucional por parte del Poder Judicial en los últimos años tomó una dimensión y trascendencia pública”.
“Hay un entramado ilegal que se volvió parte del sistema que todos tenemos naturalizado. Una trabajadora denuncia el incumplimiento de las normas laborales y en un juzgado se demora diez años para darme una sentencia. Un poco porque no les importa y otro poco porque muchas veces los jueces laborales tienen un vínculo con las grandes empresas y las grandes corporaciones para no reconocer derechos laborales. Ese entramado corrupto hoy tiene tanta impunidad que osa proscribir a nada más y nada menos que Cristina Fernández de Kirchner”, enfatiza Díaz Flores.
“No estamos tranquilas en el movimiento feminista, si quienes tienen que garantizar esos derechos están en un entramado no solo corrupto, sino que un entramado patriarcal, clasista, deshumanizado. Un poder judicial que tiene conductas de violencia institucional, revictimiza a las mujeres, a las diversidades y a las niñeces cuando se presentan a reclamar justicia”, concluyeron las mujeres.
Aquí podes ver el acto de lanzamiento, realizado el jueves 29 de junio de 2023 en Federación Gráfica Bonaerense – Ciudad de Buenos Aires.