Durante los últimos años, el movimiento de mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, personas trans, no binaries y feminista en Argentina protagonizó manifestaciones que evidenciaron la construcción de poder popular que se tradujo en la sensibilización social de las violencias y la instalación de agendas integrales de participación política. Sin embargo, este proceso no obstante se transformó en una mayor representación.
En 2019, la Ley 26.485, de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra las Mujeres, incorporó la violencia política como un tipo y modalidad específica de violencia contra las mujeres considerandolo un obstáculo para la plena participación y representación política de mujeres y personas LGBTTIQ+. Una práctica que impide el pleno disfrute de los derechos humanos.
La violencia contra las mujeres en la vida política pone de manifiesto que el logro de la paridad política en democracia no se agota con la adopción de la cuota o paridad electoral, sino que requiere de un abordaje integral que asegure por un lado, el acceso igualitario de mujeres y personas LGBTTIQ+ en las instituciones estatales, lugares o puestos de decisión y poder en organizaciones políticas; y por otro, que las condiciones en ese ejercicio son libres de discriminación y violencia en todos los niveles y espacios de la vida política.
“De lo personal a lo colectivo. Una radiografía de la Violencia Política en Argentina ” es más que un informe estadístico, es un punto de encuentro entre la reflexión sobre las experiencias militantes y la generación de consensos previos que podrían dar paso a la acción colectiva para contrarrestar la situación de la violencia política en nuestro país.